07/08/2013

Tadashi Suzuki: «La cultura es el cuerpo»

ARTÍCULO ESCRITO POR TADASHI SUZUKI EN 2002:

«El principal objetivo de mi método consiste en descubrir y traer a la superficialidad física la sensibilidad perceptiva que hay en los actores, antes de que adquieran la codificación de los diferentes estilos teatro, para que puedan aumentar así su innata capacidad expresiva.
Empecé a pensar en el método cuando estaba buscando la manera de examinar las diferencias existentes en la percepción física de las personas, como las que encontrados cuando los actores están quietos en el escenario, o cuando tienen un impulso o realizan alguna acción. Quería integrar estas diferencias en algo que los seres humanos pudieran compartir como una propiedad común, más allá de todas las diferencias de raza y nacionalidad.
En primer lugar sentí la necesidad de inspeccionar la orientación humana, es decir la sensación o la sensibilidad nuestra hacia la tierra o hacia el suelo, concretamente sobre la atracción que siente la mitad inferior del cuerpo hacia la tierra. De allí extraje algunas formas básicas de cómo usar el cuerpo para percibir los matices  de diversos  sentimientos, luego organice la formulación de mi método.
Técnicamente hablando, mi método consiste en la formación para aprender a hablar fuerte y claro con las articulaciones, y también para aprender a hacer uso de la palabra en todo el cuerpo, incluso cuando se guarda silencio.

 

Es por esto que los actores aprenden la mejor forma de existir en el escenario. Mediante la aplicación de este método, quiero hacer posible que los actores desarrollen su capacidad de expresión física y también que nutran tenazmente su concentración.

En resumen, esta formación es, por así decirlo, la “gramática” necesaria para materializar el teatro que está en la mente. Sin embargo, es deseable que esta “gramática” sea asimilada por el cuerpo como un segundo instinto; como cuando se sostiene una conversación amena, se disfruta mientras se esta consciente de la gramática que se utiliza al hablar.
Estas técnicas se pueden dominar, estudiado, hasta lograr que sirvan como una “hipótesis operativa”, es decir hasta que los actores sientan en el escenario una verdad “ficticia”.
Para que los actores construyan las imágenes que ellos mismos persiguen, tendrán que desarrollar, por lo menos, esta sensibilidad física básica.

En mi opinión, una “cultura” existe donde las capacidades perceptivas y expresivas del cuerpo humano se utilizan a plenitud, donde estas proveen los medios básicos para la comunicación. Un país civilizado no es siempre una “culta” sociedad.
La civilización se originó por la relación con las funciones del cuerpo humano, ya que puede ser interpretada como la ampliación de las funciones básicas del cuerpo humano o la ampliación de las facultades físicas de los ojos, las orejas, la lengua, las manos y los pies .
Por ejemplo, la invención de dispositivos tales como el telescopio y microscopio es el resultado de la aspiración humana y el esfuerzo para ver más, de radicalizar la facultad de la vista. El efecto acumulado de tales esfuerzos es la civilización-el producto de la expansión y ampliación de facultades físicas.
Lo que tenemos que considerar, entonces, es el tipo de energía necesaria para materializar tales aspiraciones que nos lleva a pensar en la modernización. A criterio de algunos sociólogos en Estados Unidos lo que aplicarán para distinguir entre la pre-modernidad y la modernidad de las sociedades es la proporción de energía animal y la energía no-animal que utiliza.
La energía animal en este caso se refiere a la energía física suministrada por los seres humanos, los caballos o ganado, etc., mientras que la no-animal se refiere a la energía eléctrica, la energía nuclear y similares.
Una manera de mostrar si un país se moderniza es calcular la cantidad de energía no-animal que utiliza. En términos generales, en África y países de Oriente próximo, por ejemplo, la proporción de energía animal utilizada es muy alta, en comparación con países como Estados Unidos o Japón, donde la energía derivada del petróleo, la electricidad, la energía nuclear se utiliza en todos los procesos de la producción.
Si aplicamos esta idea al teatro, nos damos cuenta que la mayoría del teatro contemporáneo esta “modernizado”, la energía no-animal se utiliza en su totalidad. La iluminación se realiza a través de la electricidad. Los ascensores y los escenarios rotatorios son operados por energía eléctrica. El edificio del teatro en sí es el producto final de una variedad de actividades industriales, desde la fundición del hormigón hasta el propio escenario.

Por el contrario, el superviviente teatro Noh japonés es un ejemplo de pre-teatro moderno en el que casi ninguna energía no-animal se utiliza.
Por ejemplo la música. En el teatro moderno, se registra y se reproduce a través de amplificadores y altavoces, mientras que en el Noh la voz del bailarín-actor, el coro y el sonido de los instrumentos que se  emplean en escena se transmite directamente a la audiencia. Los trajes y las máscaras de las obras de Noh son hechas a mano, y el escenario en sí está construido sobre la base de los principios tradicionales de la carpintería. Aunque la electricidad se utiliza para la iluminación en las obras de hoy en día (todavía hay oposición ya que desde los viejos tiempos el teatro se ha hecho con velas y cirios), se limita esta al mínimo; como no ocurre en la elaboración de la iluminación y del colorido del teatro “moderno”.
El teatro Noh esta invadido por el espíritu de crear algo desde la habilidad y el esfuerzo. Tanto es así que se puede decir que el Noh es el arquetipo del teatro pre-moderno!  Es una creación a partir  de energía animal.
Como el teatro, ya sea en Europa o en Japón, se ha mantenido a la altura de los tiempos y ha llegado a utilizar energía no-animal en todas las facetas de sus actividades, uno de los mayores males que lo aqueja es que las facultades del cuerpo humano y la sensibilidad física se han especializado tanto que han llegado a su punto de separación.
Así como en la civilización se ha especializado el trabajo de los ojos desde que se creó el microscopio, la modernización tiene “desmembradas” nuestras facultades físicas, nuestra misma esencia. Lo que estoy tratando de hacer es restablecer la integridad del cuerpo humano en el contexto teatral, no sólo para volver a las formas tradicionales como el teatro Noh y el Kabuki, sino también para emplear sus virtudes y singulares, para crear algo que trascienda la práctica actual del teatro moderno.
Tenemos que reunir las funciones físicas que fueron “desmembradas”, para recuperar la capacidad perceptiva y expresiva y las facultades del cuerpo humano. De este modo, podemos mantener la cultura dentro de la civilización.»
«En mi método de formación de actores, se hace especial hincapié en los pies, porque creo que la conciencia de la comunicación del cuerpo con el suelo conduce a una gran toma de conciencia de todas  las convergencias físicas del cuerpo.»

 

En este enlace, podéis ver una Masterclass del entrenamiento de Tadashi Suzuki para actores, realizada en Lituania en verano 2012:

http://youtu.be/LmTOlw4WZwI

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